Hidratación y diabetes

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, eliminamos más agua de nuestro cuerpo a través del sudor por lo que evitar una deshidratación severa es muy importante.

El agua es un componente muy importante del organismo, ya que:

  • Forma parte del proceso de digestión y de excreción.
  • Protege las estructuras y las articulaciones.
  • Transporta nutrientes y elimina sustancias de deshecho y tóxicos.
  • Ayuda a regular nuestra temperatura corporal a través del sudor.

¿Qué es la deshidratación?

La deshidratación ocurre cuando una persona pierde más líquidos de los que incorpora. Cuando alguien se deshidrata, significa que la cantidad de agua que contiene su cuerpo ha descendido por debajo de la concentración necesaria para funcionar con normalidad.

Los descensos leves no causan problemas y, en la mayoría de los casos, pasan completamente desapercibidos. Sin embargo, si no se resuelve la situación bebiendo suficiente agua para reponer las pérdidas de líquido, la persona puede empezar a encontrarse cada vez peor por los síntomas de deshidratación.

Los requerimientos de líquido varían en función del sexo, de la edad, condiciones fisiológicas, prácticas de actividad física y condiciones ambientales.

Cuando los niveles de glucosa en sangre se encuentran por encima de 180 mg/dl, el riñón lo detecta y trata de que no aumente más, comenzando a eliminar el exceso de glucosa a través de la orina. Cuando se da esta situación, al desechar más agua, comenzamos a deshidratarnos. La hiperglucemia aumenta la eliminación de glucosa por la orina, incrementando el riesgo de deshidratación. 

¿Cómo conseguir una buena hidratación?

Para prevenir la deshidratación, es importante incrementar la ingesta de líquidos y mejorar el control metabólico. Es recomendable hidratarse constantemente y no esperar a tener sed; ingerir agua preferentemente y evitar el consumo de bebidas azucaradas. La recomendación en términos generales para una persona adulta son 2.5 litros de agua al día.

A través del color de nuestra orina podemos saber nuestro estado de hidratación. Cuanto más oscuro es el color de nuestra orina, mayor es el nivel de deshidratación.

¿Qué síntomas que pueden indicar que estamos deshidratados?

  • Aumento de la sensación de sed.
  • Boca reseca o pegajosa
  • Mareos o dolores de cabeza
  • Concentración disminuida
  • Incapacidad de producir lágrimas
  • Baja diuresis (orinar pocas veces al día).
  • Fatiga
  • Piel reseca

¿Qué consecuencias puede tener una inadecuada hidratación?

  • Aparición de síntomas de deshidratación
  • Disminución del rendimiento físico e intelectual
  • En casos graves: problemas cardiovasculares.

¿Con qué bebidas podemos hidratarnos si tenemos diabetes?

Cualquier bebida que contenga agua y no contenga alcohol puede contribuir a mejorar la hidratación, pero no todas afectan igual a las personas con diabetes

Si tienes diabetes y sospechas que estás levemente deshidratado, revisa tu glucosa en sangre. Si está alta, debes tomar medidas para bajarla, entre ellas beber abundante agua. Recuerda también que las bebidas como el café y el té favorece la deshidratación. 

Aromatizar el agua natural con cáscara de lima, limón o naranja, así como jengibre o hierbabuena, puede ayudar a mejorar nuestro consumo de líquidos. Recuerda tener presentes estas indicaciones este verano para mantener tu cuerpo hidratado.

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